Torre atalaya costera de época andalusí. Tiene forma troncocónica y planta circular, de 8.70 metros de diámetro. Su altura es de 10.50 metros.
Se levanta sobre una plataforma de nivelación de mampostería con zarpa aparente. Está construida con muros de mampostería de piedras bien careadas, rejuntadas y con verdugadas de ladrillo. El aparejo consiste en intercalar una verdugada de ladrillo cada cuatro hiladas de mampuestos, menos en la primera que hay cinco y en la última que tiene seis. La moldura de remate del talud y la albardilla del peto se ejecutan con ladrillo aplantillado.
Como es habitual en estas torres, dispone de dos habitaciones, accediéndose desde el exterior por la superior. Dicho hueco de puerta se sitúa al Norte. Las salas disponen de las partes habituales, apreciándose las cuatro troneras en la parte inferior.
Próximo a la torre hay un aljibe cuyo uso debió estar relacionado con ellas. La torre fue restaurada en 1990 para albergar el faro, en donde se le añadió una linterna de banconcillo metálico y una escaleta exterior para acceso a 7,5 metros de altura. Su ubicación y altura focal de 140 metros le hacen ser un buen balcón sobre el Mediterráneo, presentando un mirador en su base, permitiendo observar buena parte de la costa de la provincia de Málaga y el cabo Sacratif.